Escuela Municipal de Música Isidro Maiztegui

Escuela Municipal de Música "Isidro Maiztegui"

jueves, 9 de diciembre de 2010

El imparable furor de las bandas tributo

Llenan estadios como el Luna Park y teatros como el Gran Rex y Opera. Convocan a miles de fans que los siguen a todas partes, como si fueran los artistas que emulan: Queen, Kiss, Beatles y más.

Fruto del homenaje y fanatismo extremo, las bandas que rinden tributo a los grandes de la música en los últimos tiempos han crecido al punto de llenar estadios tanto en la Argentina como en el exterior. Todo empezó como un juego, pero que con la demanda de público en muchos casos se transformó en un recurso de vida a nivel profesional.
Hoy existen más de 70 bandas tributo locales que intentan asemejarse, con lujo de detalles, a aquellas legendarias agrupaciones o artistas solistas, en un calco musical que miles de fans apoyan y siguen como si fueran los originales. Un experimento convertido en una asombrosa apuesta monetaria que hace más de una década se toma muy en serio. Todos cuentan con mánagers y estructuras como para subirse al tablón y encender una fantasía para miles que, por momentos, se ilusionan con que su grupo de cabecera está allí arriba, aunque se trate de imitadores puntillosos que no descuidan detalles de producción ni despliegue de escenografía.
La agrupación más famosa de todas es quizás Danger 4, aunque actualmente la banda beatle de mayor convocatoria es The Beats, próximos a cerrar el año en otro Gran Rex. Un detalle importante: tocan con los mismos instrumentos que los cuatro de Liverpool. “Los nuestros son los mismos en marca y son originales, incluso del mismo año. Con mucho esfuerzo fuimos reuniéndolos a medida que hicimos giras por Inglaterra. Los compramos y los restauramos aunque estén dañados. Partimos de algo muy sentimental y de un fanatismo inicial. Para nosotros, que sea una guitarra del 67 tiene algo especial, un olor y un perfume que nos acercan a nuestros ídolos”, plantea Diego Pérez, quien hace 23 años encarna a John Lennon.
Su postura coincide con la de Ezequiel Tibaldo, de Dios Salve a la Reina, banda rosarina y fanática empedernida de Queen: “Nos esmeramos en conseguir una réplica exacta del Queen de 1981, el que vino a la Argentina. Después aggiornamos sonidos en base a las búsquedas, tal como lo hicieron ellos siempre. Por ejemplo, tenemos un show acompañados por una sinfónica, además del que presentaremos en febrero del año entrante en el Luna, simulando la gira de Queen en 1985. Los equipos son ingleses, también el piano. Los vestuarios y hasta la tarima son una réplica casi exacta, aunque más pequeña”. Este conjunto ya ha hecho giras por gran parte del mundo, de la misma manera que The Beats, quienes incluso llegaron a hacer pie en Japón y fueron ovacionados como en su momento los Beatles.
Si de estética se trata, quienes más esfuerzo hacen al respecto son los integrantes de Kissnation, imitadores de Kiss. Richard Abances, el Gene Simmons local, cree que el secreto está hasta en los rulos del cabello. “Nos hemos fijado en todo. Tenemos el bajo con forma de hacha, la batería con idéntico parche en el bombo y la guitarra que además de sonar lanza humo y fuego. Es difícil encontrar lugares para tocar porque necesitamos camarines con espejos para todos. ¡Tan sólo maquillarnos nos lleva dos horas! Las ropas nos las hacen modistos de primera calidad, al igual que los calzados. No usamos pelucas, sino que nuestros cabellos son iguales a los de ellos y son naturales. Tenemos que ser lo más parecidos posibles, tanto en calidad musical como en la imagen”, cuenta el cantante y guitarrista.
También la reina del pop tiene a su representante aquí. Su nombre es Colette Love y sus performances a lo Madonna son muy conocidas en clubes nocturnos. “La primera canción suya la hice en el colegio San Martín de Los Hornillos, en Traslasierra. Miraba sus videos en un televisor Toshiba que mis viejos tenían en su habitación. Me enganché en la época que ella abrió el mercado en castellano, con temas como ‘La Isla Bonita’, y después con lo que hizo de Evita”. Sin embargo, para ella fue crucial arrancar con un simulacro cuando apareció el videoclip de “Express Yourself”. Con cierta sonrisa pícara revela que “me prestaban pelucas al estilo Marilyn. ¡Incluso le llegué a robar alguna a un transformista! Me maquillaba igualito a ella y utilizaba corsets con conos. Luego me mandé hacer las botas, los trajes. Yo hago la réplica de los diseños porque soy diseñadora gráfica. Y después se los paso a un modisto de alto nivel.” El año pasado, esta blonda cordobesa apareció en el programa Quinceañeras, en la pantalla de Canal 13, simulando a su ídola. “Fue una experiencia increíble. Me alquilaron un auto blanco y aparecí en escena con una galera, igualita a la de ella”, detalla.
Tanto para Colette como para el resto de estos grupos fue prioritario aprender con empeño los gestos de sus referentes. “Cuando éramos chicos y empezamos con el proyecto, pasábamos horas frente a los videos aprendiendo hasta la mínima expresión de ellos. Para mí ahora es sistemático: la forma de pararme y el chicle mascado por Lennon en vivo ya lo tengo incorporadísimo”, describe Pérez, de The Beats.
La obsesión por el sonido y las escenografías son fundamentales para ciertos conjuntos que representan a emblemáticos de la historia del rock mundial. Para Ummaguma, agrupación que interpreta a Pink Floyd, es tan importante el sonido cuadrafónico como contar con espacio adecuado para lanzar el famoso chancho inflable de seis metros de largo, tres metros de ancho y tres metros de alto, simulando al que utilizó la banda creadora de The Wall en su recordado tour de 1977. Los de aquí han recorrido con éxito gran parte de Latinoamérica, siempre en busca de lugares que les permita desplegar su potencial escenográfico. “Hemos llegado a tocar en la Plaza de Toros de Ecuador para miles de personas. Impactamos porque hasta tenemos luces similares, un arco en forma de semicírculo sobre el escenario y la pantalla circular de la misma manera que en la última gira que Pink Floyd realizó antes de separarse”, expresa el bajista Alejandro Iglesias, que hoy tocará en el Teatro Opera-Citi. “Para nosotros son importantes todas las épocas del grupo: la de Syd Barrett, la de Peter Gabriel y la de Phil Collins. Por eso recreamos canciones de sus más de treinta años de historia. Al principio hacíamos todos su hits, pero ahora apelamos al pedido de lo fans y tocamos temas que ellos no hacían tan a menudo. Claro que no faltan temas como ‘Wish you were here’”, argumenta su cantante Gabriel Agudo, ya acostumbrado a los estadios.
Por otra parte, aquí existe Bad Dreams, la versión argenta de Génesis. Sin embargo, hay quienes se manejan por un circuito distinto. Synchronicity, amantes de The Police, recorren casinos. “En los inicios tocábamos mucho en los bares irlandeses. Después nos empezaron a llamar de los casinos. Solemos ir seguido a Trilenium, el de Tigre, y también nos contratan de otros de las distintas provincias del país. Por lo general hacemos sets de una hora y pico”, relata el baterista Martín Veiga, que además agrega que la mejor época monetaria del grupo fue cuando The Police se juntó en 2007. De todos modos, ninguno de estos grupos se puede quejar. Todos gozan de públicos numerosos. Y por sobre todo, cuando suben al escenario, soñar un rato no cuesta nada.

Publicado por: Tiempo Argentino.

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