Con la muerte de Clarence Clemons, Bruce Springsteen pierde a su sombra, un compañero inseparable que le siguió con su imponente físico y su potente saxofón a lo largo de casi cuatro décadas en los escenarios y los estudios de grabación.
Se trata de Clarence Clemons, el reconocido músico norteamericano. Piedra angular de la mítica E Street Band junto a la que el "Boss" forjó su leyenda en la historia del rock and roll, Clemons, fallecido anoche a los 69 años en Florida, tras sufrir un derrame cerebral la pasada semana, deja un hueco "inconmensurable", según el propio Springsteen.
De origen afroamericano, hijo de un predicador de Virginia y criado en el gospel, "Big Man", el "Hombretón", se unió a la E Street Band en 1972, después de decantarse por la música en detrimento del fútbol americano, y el proyecto tomó otro rumbo.
A su lado, Springsteen comenzó a construir un grupo de proporciones épicas, una banda de compinches capaz de dejar sin aliento al público con un sonido profundo y demoledor.
En 1975 ya estaban listos para dar el salto a la fama con el tercer álbum de estudio de Springsteen, "Born to run", que se convirtió en uno de los discos más célebres del siglo XX. En su portada desplegable, el rockero de Nueva Jersey aparece apoyado en la espalda de "Big Man", que toca el saxo y mira a la cámara. La imagen es toda una declaración de amistad.
Y es que Clarence Clemons representaba como nadie la relación de camaradería establecida entre Springsteen y los músicos con los que ha envejecido, a los que presentaba, uno por uno, en cada actuación.
"Amaba el saxofón, a nuestros fans y lo daba todo cada noche que pisaba el escenario", afirmaba hoy el "Boss" al recordar a su "gran amigo" y "compañero" en un mensaje en su página web.
Publicado por: El Dirio de Paraná.
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